Acerca de la fundadora, Jennifer Kreatsoulas, PhD, C-IAYT
¡Hola, Y gracias por estar aquí! Estoy tan contenta de que nuestros caminos se hayan cruzado. Transformé mi experiencia con un trastorno alimentario en una vocación y ahora apoyo a otros en sus viajes hacia la sanación a través de yoga terapia. Aquí hay un poco sobre mí.
Soy terapeuta de yoga certificada especializada en trastornos alimentarios y imagen corporal. Soy la fundadora de Yoga for Eating Disorders, ex creadora y presentadora de Real Body Talk, autora de The Courageous Path to Healing y Body Mindful Yoga, educadora, y defensora de la salud mental. Además de trabajar individualmente con mis clientes, dirijo talleres, retiros, y capacitaciones especializadas en yoga y la recuperación de los trastornos alimentarios para profesionales. Me siento honrada de haber sido nombrada recientemente una de las 80 mejores expertas y defensoras de los trastornos alimentarios femeninos.
Soy también una oradora que se dedica a educar acerca de los trastornos alimentarios y a orientar aquellos afectados a identificar la fortaleza en su relato. Te invito a conocer más sobre mis conferencias y a ponerte en contacto si deseas que hable en un evento.
Mis escritos sobre mi viaje personal de recuperación del trastorno alimentario y mi experiencia profesional como terapeuta apasionada del yoga han aparecido en varias publicaciones y podcasts.
Tengo más de 1000 horas de capacitación de yoga terapia y estoy certificada por International Association of Yoga Therapists. Comencé a practicar yoga en 2001, y he estado enseñando desde 2002. He completado una formación de yoga terapia de 3 años en YogaLife Institute y ahora tengo el honor y el placer de ser profesora y mentora en el programa. Dirijo también capacitaciones avanzadas para profesores y doy seminarios sobre yoga terapia.
Anteriormente, luego de completar un doctorado en literatura de la Universidad de Lehigh en 2007, enseñé escritura a estudiantes de primer año de la universidad. Pasé a ser redactor médico en Bryn Mawr Communications durante 8 años, antes de fundar Yoga for Eating Disorders.
Vivo en Collegeville, PA, un suburbio de Filadelfia, con mi marido y mis dos hijas.
La historia de la recuperación de Jennifer
Como comparto en mi libro, The Courageous Path to Healing, en mis más de 20 años de navegar por los altibajos de la recuperación de anorexia, el yoga has sido una herramienta esencial y constante que ha facilitado gran parte de mi sanación.
Enseñé yoga durante 7 años antes de casarme, comenzar una carrera, y tener hijos.
Con el hermoso regalo de la maternidad también vino un torbellino de estrés, agotamiento sin fin, una recaída en un trastorno alimentario grave, y depresión. A medida que trataba frenéticamente de balancearme entre ser una perfecta madre, esposa y profesional, mi práctica de yoga se desprendió. Supe que necesitaba ayuda cuando alguien me preguntó una vez que me gustaba hacer y literalmente no pude contestar. Mi cerebro buscó una respuesta pero no habían palabras, descripciones o recuerdos. En ese momento me sentí vacía, en blanco e insegura de si alguna vez me recuperaría.
Se me hizo claro de cómo estaba enteramente desconectada de mis pasiones — esas cosas esenciales grandes y pequeñas que resuenan con quien soy en mis esencia.
Por mucho tiempo creí que no tenía más opción que tirarme al suelo, que tenía que dejar de atender mis necesidades hasta que mis hijas fueran a la universidad.
La realidad era que no tenía otra opción porque estaba atrapada en limitaciones autoimpuestas.
Las posibilidades o alternativas no se encontraban por ningún lado, o eso creía yo.
Desde entonces, he llegado a creer que tenemos opciones, incluso cuando nos decimos a nosotros mismos que no las tenemos. También he llegado a comprender que mi bienestar está directamente relacionado con mi capacidad para mantenerme conectada con mis pasiones (yoga, escribir, leer, y más). Al igual que tú, mi vida es extremadamente ocupada, pero he aprendido a practicar el autocuidado de manera pequeña pero constante. A menudo llamo a mi red de apoyo para que me guíe mientras sigo encontrando el equilibrio entre cuidar a los demás y cuidarme a mí misma. Cuando logro ese balance, disfruto más plenamente de mi vida con mi esposo y nuestras dos hijas.
He llegado a entender que un trastorno alimentario es cómo una rabieta silenciosa, una manera tranquila de expresar infelicidad, tristeza, ira, dolor y decepción. La recuperación es el proceso de aprender a utilizar nuestras voces para expresar sentimientos y emociones. Esta es una tarea difícil, ya que las demandas diarias de la vida son implacables. Mi viaje de recuperación, por lo tanto, ha consistido en aprender a mantenerme conectada con mi voz y mi cuerpo y confiar en que tengo opciones, que estoy a cargo de mi vida.
El regalo de la recaída de mi trastorno alimentario es cómo reavivó mi práctica de yoga. El yoga me enseña a conectarme de adentro hacia afuera. Descanso mi mente en mi respiración mientras incorporo las características que son esenciales para mi capacidad de mantener una recuperación bien respaldada. Siento mi fuerza y confianza en las posturas del guerrero, coraje en la postura del la rueda, gracia en la postura del bailarín, apertura en la postura del triángulo, paz en la postura del héroe, y apoyo en la postura del niño. Doblo y me rindo, alcanzo y crezco, giro y energizo. Para mí así es como se siente la libertad.
Mi recaída también me permitió cambiar la dirección de mi carrera. Dejé mi trabajo como escritora médica, volví a enseñar yoga, me comprometí con un programa de formación de 3 años de yoga terapia, y lancé Yoga for Eating Disorders (anteriormente conocido como Chime Yoga Therapy). Además de criar a mis hijas, creo que no hay nada más importante que pueda hacer con mi vida que ayudar a otros a reconectarse con sus cuerpos y sentirse empoderados en sus vidas.
A causa de mi experiencia personal con un trastorno alimentario, me apasiona extremadamente ayudar a otros que luchan con sus cuerpos a encontrar la paz mental a través de las prácticas del yoga y de la atención plena. Yoga no es una cura, y tampoco es un reemplazo para las formas tradicionales de apoyo y terapia, pero puede ser una herramienta poderosa para navegar los desafíos diarios de la recuperación de la anorexia, la bulimia, el trastorno por atracón y otras formas de la enfermedad y crear unos patrones y creencias nuevos y duraderos que faciliten el bienestar, la plenitud y la vitalidad por la vida.
Me encantaría saber un poco de ti también. No dudes en escribirme y compartir tu historia.